=Su nombre

es Diego=
Terminar con la vida de 2 pequeños y dejar a su ex novia desangrándose es más de un motivo para que Diego Santoy pase largos años en la cárcel. Eso es claro y así será, pero lo que realmente resulta más alarmante no es el hecho, sino la reacción que está teniendo con todo esto nuestra sociedad.
El caso, ha sido motivo de pláticas en café y de mayor atención hacia los medios de comunicación en los últimos días. Todos estamos muy consternados. Pero ahora resulta que esas pláticas de indignación se han convertido en juicios precipitados y en repudio hacia Diego. Sólo basta con ver los comentarios que la ciudadanía ha dejado en el norte.com (más de 300) para empezar a temblar.
Ahora todos son psicólogos y abogados, todo el mundo habla sin experiencia en la materia ni en el caso mismo y pregunto: ¿Con qué derecho? Con el derecho que nos da pertenecer a ésta comunidad contentarían algunos, pero ese motivo no es suficiente.
Punto número uno: Ésta comunidad como todas, siembra y cosecha y si el fruto, es un caso tan lamentable como este, primero deberíamos estar preguntándonos: ¿en donde está nuestra falla?
“Deberían matarlo”
leyenda en pancartas a las afueras de la procuraduría
“Pónganlo en la Macroplaza y que la gente lo linche”
ocurrencia de más de 3 en las opiniones de elnorte.com
“Que le pongan una chinga en el penal”
comentarios en el café
“No debe de recurrir a los derechos humanos, porque para empezar, él no es un humano, es una bestia”
Alejandra Rivera, madre de familia poniéndose en los zapatos de Tere Coss, madre de las víctimas
YA BASTA!!!. Y no me refiero a la campaña lanzada por Multimedios a propósito del caso, YA BASTA!!! A que no tengamos la posibilidad de reconocer que con este tipo de opiniones, es obvio que una persona en esta ciudad cometa crímenes de esta magnitud. YA BASTA!!! De nombrar a Diego como una bestia, pseudopersona, psicópata y/o animal. Es importante que empecemos a ver hacía nosotros mismos y preguntarnos si éstas opiniones muestran un repudio a la violencia o todo lo contrario.
“lo importante es el origen, no las consecuencias, sólo así podemos hacer algo al respecto como sociedad que quiere ver libre a los niños de brutalidades como ésta y ese origen, se encuentra en la familia.”
Opinión de un representante de la iglesia católica
Punto número dos: En vez de estar lanzando diagnósticos salvajes y perdiendo el tiempo en enjuiciarlo con furia, deberían estar viendo que están haciendo sus hijos, pues hacer este tipo de declaraciones sólo se le permite a una persona con la seguridad de que su hijo se relaciona con las amistades adecuadas, que no consume drogas, que le cuenta todo lo que lo aqueja y que le tiene confianza y dudo la verdad, que sean más de 300.
“Él que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”
a propósito de la Fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén. La Biblia
Punto número tres: Si queremos que este caso nos sirva para tratar de evitar que se repita, debemos empezar por reaccionar con el ejemplo de que la violencia no es la mejor opción y tomar las cosas con una madurez y prudencia que obviamente Diego no tuvo y lo más importante, si queremos crecer como sociedad, debemos reconocer a todos como seres humanos y no sólo a los que no dan problemas.
3 comments:
oooorale muy buen post ...
le decía a niv...cuando mencionaron que los de Derechos Humanos estaban pendientes de su llegada, o algo así, el comentario clásico e indignado de la gente es: "¿Y dónde estaban los funcionarios de derechos humanos cuando mataron a los niños?!!!"
Como si los de D. Humanos fueran a estar encerrados en cada casa, esperando que pase alguna tragedia.
Estamos en un tiempo en que la ciencia a superado el sentido común, por lo tanto la cultura social. Por esto mismo se sobreponen los términos psiquiátricos y biológicos, los cuales al fin y al cabo no resuelven nada. A la vez la gente está "indignada", viven la muerte de sus hijos y se sienten culpables, lo resuelven crucificando a alguien, a Diego.
Claro que eso tampoco resuelve nada, como dicen, al contrario, perjudica más las cosas.
Creo que son expresiones de impotencia (sexual) de lo social, de lo común que ya está desvanecido, buscamos un punto de conexión, pero los que se ofrecen son muy flojos.
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