= Se le fue el avión=

Fíjate, yo de chiquita quería ser aeromoza, y ahora no salgo por el miedo que me dan los aviones. Por eso dejé la escuela un semestre. Lo que pasó fue que el semestre antepasado pude cambiar el turno a la noche, porque según datos del aeropuerto, hay menos vuelos después de las siete; pero este semestre pasado ya no lo pude cambiar y preferí salirme. Mi abuelo me dice que corro más peligro en un carro que encima de un avión, ¡como si mi miedo fuera a subirme! jaja, Obviamente jamás volaré; así que las posibilidades de estrellarme en un avionazo no existen…pero sí me puede caer uno en la cabeza.


Antes sólo era una idea, algo así como: ¿Qué posibilidades hay de que un avión me caiga en la cabeza? pero eso fue cuando tenía unos diez años y luego se me olvidó. Como a los trece, vi en televisión que había caído un avión en un edificio de departamentos en Cincinnati, y me acuerdo que pensé: Si alguien en el condominio estaba cerca de la ventana, seguro el avión le cayó en la cabeza. Me quedé impactada por un rato y luego, también se me olvidó.

Pero hace dos años las cosas empezaron a ponerse mal; pues empecé a soñar muy seguido con la nariz de un avión cayendo exactamente en la cabeza de una mujer que caminaba por la calle. Lo veía tan cerca, que el sonido del avión me ensordecía. Desde entonces no pude volver escuchar el ruido de un avión. En mi casa, le puse maderas atravesadas a las ventanas para que no temblaran cada vez que pasaba un avión, y en la calle, traía walkman.

Seis meses después el sueño cambió; ahora, la calle en donde fue el avionazo no la reconocía bien, pero estoy segura que era en el centro de esta ciudad. Entonces las cosas se me complicaron más. Para poder trasladarme a cualquier lugar, tenía que sacarle la vuelta a todas las rutas que pasaran por el centro; y como la escuela esta en el centro, y no conseguí turno en la mañana, pues decidí salirme.

Me sentía un poco más segura si me quedaba encerrada en mi casa, pues durante tres meses no volví a soñar nada; pero luego el sueño regresó; sólo que ésta vez, pude reconocer que la calle en donde había caído la cola del avión, estaba a sólo un par de cuadras de mi casa, así que decidí irme a vivir con mi abuelo.

Anoche soñé que las ruedas del tren de aterrizaje y parte del fuselaje estaban en la terraza de casa de mi abuelo. Es por eso que traigo mis maletas y no por que sea aeromoza.